El Sporting nos dió una alegría hoy al conseguir un más que meritorio empate en el Madrigal ante un Villareal que recibió excesivo premio a mi juicio. De hecho, el partido sólo lo buscó el Sporting, que desde el inicio encerró al equipo castellonense en su campo, dominandolo, y ejecutando jugadas de bonita factura, que no acabaron en gol por culpa de la alarmante falta de gol que tenemos. Con un delantero en condiciones, o mismamente con un señor que se llama Nacho Novo, al cual el entrenador le tiene condenado al ostracismo...quizás otro gallo cantaría.
No obstante, el primer gol calló del lado amarillo cuando en una "cantada" inexplicable de Pichu Cuéllar en la salida de un córnerel balón calló en los pies de Rossi, que empujó a placer. Parecía que era lo de siempre...jugabamos mucho mejor que nuestro rival, y nos pintaban la cara con lo mínimo. Después del gol el Villareal siguió despachando un partido rancio y cansino, y el Sporting siguió empujando hasta el descanso sin obtener premio.
En la segunda parte el guión fue el mismo y el equipo asturiano siguió manejando los tempos del encuentro como quería sin oposición del "submarino" pero sin conseguir finalizar las jugadas de manera clara. Sin embargo, en el minuto 65 llegó la jugada "simpática" del arbitro, la de todas las jornadas, en las que se inventó la expulsión de J.Ángel después de que le tocase la espalda diciendole algo mientras atendían a un lesionado Cuellar. No sabemos que le dijo, pero sinceramente da igual, siendo Borbalán, un sinverguenza conocido por todos los sportinguistas por los rastreros arbitrajes que ya nos ha hecho anteriormente. Este "personaje" por decir algo siempre la arma contra nuestro equipo y hoy, de una jugada intrascendente, se sacó una expulsión estupida. Luego llegaría la de Sastre, esta clara, por un agarrón cuando Rossi se plantaba solo ante Juan Pablo. Con 9 y con todo en contra. Por irónico que parezca...siguió siendo el Sporting el que buscaba con ahínco el gol, y siguió manteniendo a un más que pobre Villareal en cintura. En estas, ya con todo el pescado vendido, un tal Nacho Novo, en una jugada de pillo tipica de delantero centro, luchó un balón centrado por Cases, y Gonzalo, muy lento y despistado, lo traba (o eso vio el arbitro, ya que viendo la repetición después se observa que el piscinazo es claro...mejor, ya que ya es hora de que a nosotros también nos den y no nos quiten por norma, cojones) y Borbalán, esta vez, como si se hubiera aparecido la virgen, nos pita un penalti a favor en el mintuo 92. Gol de Diego Castro a lo Panenka, empate, 1-1, y la parroquía sportinguista feliz por un punto heroico.
La semana que viene el Almería, rival directo, ganar se antoja vital, ya que lo dejaríamos a 6 pts y le ganaríamos el goalaverage, que este año va a ser un factor a tener muy muy en cuenta por lo apretado de la clasificación.
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